Cambio. La formalización del trabajo doméstico requiere un cambio en la forma en que se contrata al personal que labora en los hogares.

A cinco meses de iniciado el proceso de registro para la formalización del trabajo doméstico aún no se conocen los datos sobre la cantidad de empleadores que han registrado a sus domésticas, ni el Ministerio de Trabajo ha suministrado a la Tesorería de la Seguridad Social (TSS) la información base que permitirá la inclusión de estas al sistema.

Según una fuente oficial, la TSS dará a conocer en los próximos días el protocolo de cotización para las y los trabajadores de este sector, no obstante, hasta que no se tenga el registro de empleadores y sus trabajadoras no es posible iniciar las notificaciones de pagos e iniciar de manera práctica la formalización.

¿Cuántos empleadores se han registrado voluntariamente a través del portal web dispuesto por el ministerio en diciembre del año pasado?, esta información, que debería ser pública y estar a la mano de quienes quieran consultarla, parece ser un secreto de Estado, que podría dejar al descubierto el escaso interés que han mostrado el sector empleador para registrar sus domésticas.

Amas de casa consultadas atribuyen el desinterés a la falta de orientación y  a los temores que tienen respecto al proceso.

“No estamos claros”, expresó Isabel Martínez al conversar con Listín Diario y apuntó que ni ella ni sus amigas cercanas han registrado a sus empleadas por no entender cómo esto cambiará la relación laboral y las condiciones en las que han contratado estos servicios.

“Si bien es cierto que se deben de mejorar las condiciones de la trabajadoras domésticas, un empleo al que se debe dignificar sus condiciones, también es cierto que las horas que proponen, el sistema de pago de estas horas, el tema de la seguridad social, se hace complicado para una familia que saca de sus ingresos y que no es una empresa con fines de lucro”, expresó Martínez.

Dijo que con el establecimiento de las horas mínimas de las jornadas laborales de las domésticas, no queda claro cómo serán las nuevas condiciones para las trabajadoras con dormida, las que solo lavan y planchan, las que se dedican solo a cuidar niñas y niños, o las que solo asisten los fines de semana. “Esto va a triplicar los costos y muchas familias ya no podrán emplear una doméstica o que también implica que muchas de estas trabajadoras quedarán sin trabajo. Eso deben explicarlo mejor”, agregó Martínez.

La formalización del trabajo doméstico es un compromiso que, desde hace casi 10 años, asumió el país mediante la ratificación del convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que se propone reconocer derechos laborales de este tipo de trabajo.

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