El presidente Luis Abinader ha mostrado un gran interes en desmontar en el menor tiempo posible el abrumador toque de queda que mantiene en ascuas a todos los sectores de la vida nacional.
Abinader ha dicho, que quien está siendo más perjudicado ha sido el estado dominicano en este proceso en el que casi todas las actividades económicas han sido limitadas por las medidas preventivas ante la pandemia del covid 19.
Para detener este terrible virus desde el estado se ha montado un agresivo operativo en todas las provincias del país, donde todas sus autoridades municipales, legislativas y funcionarios públicos han asumido con pasión, motivación y gran responsabilidad la instalación de centros de vacunación.
Varias instituciones y autoridades de nuestra provincia han sido muy creativas incentivando a la población mediante facilidades, rifas y regalos a quienes opten recibir la vacuna.
Esta exitosa campaña de vacunación mantiene en competencia a las diversas provincias del país pues las primeras que logren un 70% de vacunación recibirán como premio el levantado del toque de queda.
Siendo así, el país se encamina a la eliminación total de los tediosos toques de queda y las fuertes medidas de distanciamientos física y social para retornar a la normalidad que tanto deseamos.
Ante este optimista escenario, se ha anunciado la reapertura de las clases presenciales en todos los centros educativos del país con la firme convicción de restablecer en su normalidad el funcionamiento del sistema educativo nacional.
Todo este escenario parece alentador para todos. Sin embargo las estadísticas diarias de contagios y defunciones publicadas por el Ministerio de Salud en los medios de comunicación nacional no son cifras alentadoras para cantar victoria ante de tiempo y provocar un retroceso con peores consecuencias para la población.
Entendemos como prudente, que en este proceso de volver a la normalidad el estado dominicano debe mantener una agresiva campaña educativa para que EDITORIAL: EN ESTA DESESCALADA, NO BAJEMOS LA GUARDIA EVITEMOS UN RETROCESO
