La República Dominicana se enorgullece de su tejido empresarial diverso y vibrante, compuesto en gran parte por microempresas y empresas familiares. Estas pequeñas empresas desempeñan un papel fundamental en la economía del país y en la generación de empleo. Sin embargo, a pesar de su importancia, estas microempresas se enfrentan a un problema crónico: la falta de acceso a financiamiento asequible.
Se supone que PROMIPYME es la respuesta a esta necesidad, pero lamentablemente, este programa se ha convertido en un proyecto disfuncional e ineficaz que agrava los problemas financieros de las microempresas en lugar de resolverlos.
PROMIPYME fue concebido como una solución para proporcionar financiamiento y apoyo a las microempresas en la República Dominicana. Sin embargo, la realidad es que este programa parece haber caído en una trampa similar a la de muchos otros bancos y entidades financieras: otorgar préstamos solo a aquellos que pueden demostrar que no los necesitan.
Las microempresas que luchan por mantenerse a flote y que requieren capital de trabajo urgente enfrentan una serie de obstáculos burocráticos y requisitos restrictivos que hacen que el acceso al financiamiento sea una tarea casi imposible.
La carga de las tasas de interés exorbitantes: Para empeorar las cosas, muchas microempresas se ven obligadas a recurrir a las famosas líneas de crédito de las camionetas que visitan sus negocios.
Estas líneas de crédito a menudo imponen tasas de interés mensuales que pueden llegar al asombroso 10% o más. Como resultado, las empresas familiares se encuentran atrapadas en un ciclo de deuda interminable, luchando constantemente para hacer frente a los altos costos financieros y mantener sus negocios a flote.
La falta de asesoría y capacitación: Además de la falta de financiamiento asequible, PROMIPYME también falla en proporcionar el apoyo necesario en términos de asesoría empresarial y capacitación. Las microempresas necesitan orientación para administrar sus recursos de manera eficiente, desarrollar estrategias de crecimiento y superar los desafíos empresariales. La falta de un programa integral de asesoría empresarial limita seriamente el potencial de estas empresas para prosperar y expandirse.
En su estado actual, PROMIPYME es un proyecto disfuncional e ineficaz que no cumple con su objetivo de apoyar a las microempresas en la República Dominicana. En lugar de ser un aliado confiable, se ha convertido en un obstáculo que contribuye al endeudamiento excesivo de las empresarias familiares. Es urgente que las autoridades gubernamentales revisen y reformen este programa para que realmente beneficie a las microempresas, eliminando obstáculos, reduciendo tasas de interés exorbitantes y proporcionando asesoría empresarial efectiva. Solo entonces estas microempresas podrán desplegar todo su potencial y contribuir al crecimiento económico y la prosperidad en la República Dominicana.
LIC. PERIODISTA ALEXIS ROSARIO, CDP, CDP, SNTP
CONSULTOR TRIBUTARIO CERTIFICADO
EX FUNCIONARIO BANCARIO
ANALISTA DE CREDITO SFN-BANCO CENTRAL