DE OPINION
En la provincia Monseñor Nouel y en todo el país la creciente inseguridad ciudadana parece un mal que no tiene remedios.
Los atracos y la delincuencia están a la orden del día sin que desde el estado se perciba una solución a corto o mediano plazo.
Cuando la delincuencia parece tener control de las calles y llueven las denuncias en los medios de comunicación de la provincia Monseñor Nouel, simplemente nos dan la misma receta: El cambio del director Cibao Sur.
Por lo general, cada nuevo comandante monta el mismo aparataje para impresionar a la población y nuestras autoridades.
Cordones de seguridad en todas las entradas de Bonao, aumento de patrullaje, instalaciones de retenes, detenciones y molestias innecesarias a personas de trabajo y hasta invitan a los delincuentes a mudarse de la zona.
El proyecto de la reforma y transformación de la Policía Nacional está engavetado, ya no parece un tema de agenda nacional.
La inseguridad imperante obliga a los residenciales y juntas de vecinos a contratar costosos servicios de seguridad privada para poder salvaguardar sus vidas y sus bienes.
Las actividades y eventos nocturnos solo aplican para los más osados que exponen sus vidas y sus familiares desafiando el peligro de los delincuentes que viven al acecho para sorprenderle en el momento menos esperado porque a pesar de tener un nuevo comandante solo tendremos más de lo mismo.
Para citar una caso como ejemplo: Las personas que residen en las comunidades de El Verde y Jayaco que laboran o vienen a Bonao, si transitan en motocicletas luego de las 6 de la tarde tienen altísima posibilidad de ser atracados y quedarse sin su medio de transporte y sus pertenencias.
En el caso de mis empleados y ex-empleados residentes en esas comunidades a los cuales se les hace de noche en Bonao, muchos prefieren quedarse antes de poner sus vidas en peligro y que le arrebaten su motocicleta que ha comprado con tanto esfuerzo. Recientemente atracaron a la pareja de una empleada de Jayaco y le quitaron el único medio mediante el cual la llevaban y buscaban al trabajo.
Sin en la propia ciudad la gente teme andar en horas de la noche por miedo a la delincuencia, que será en esos trayectos de zonas rurales donde las carreteras oscuras y falta de vigilancia policial parecen tierra de nadie.
Hasta cuando seguiremos con más de lo mismo, pues parece que en cada gobierno nos traen una receta equivocada en lo que tiene que ver con la seguridad ciudadana.
SÁLVESE QUIEN PUEDA….LA SALVACIÓN ES INDIVIDUAL…
LIC. ALEXIS ROSARIO, CDP, SNTP, FIP