La calidad de la cartera es una de las variables más preciadas por la banca. ¿Podía la paralización de la economía, como consecuencia del covid-19, afectar el ritmo normal de pago de los clientes? Por supuesto. Como se ha visto, muchos empleados fueron suspendidos, otros cancelados y la recuperación del mercado de trabajo no es tan veloz como cuando se pierden puestos de trabajo.
Ante lo que era inevitable hubo que tomar una decisión que blindara los bajos niveles de morosidad registrados en el sistema financiero dominicano. ¿Qué hacer, entonces? La salida más inteligente fue, sin duda, “otorgar” una facilidad de “saltar” tres meses las cuotas de los préstamos. La noticia corrió como agua río abajo y fue aplaudida por todo el país.
La decisión fue la más apropiada porque de esta manera nadie salía perjudicado, ni los bancos, por el lado de la calidad o clasificación de la cartera, ni los clientes, que tendrían un respiro y tranquilidad ante lo que se avecinaba y que resultó ser. Tanto las autoridades financieras como los ejecutivos bancarios sabían que muy pocos iban a estar en capacidad de honrar la mensualidad de su préstamo.
Las autoridades monetarias, encabezadas por el Banco Central (BC) y la Superintendencia de Bancos (SIB), y las instituciones de intermediación financiera en pleno acordaron abrir una especie de paréntesis que diera oxígeno a los deudores. Los retrasos en el cumplimiento de los diversos créditos hubieran sido el gran problema, especialmente porque la morosidad, que está en menos de 2%, se dispararía a niveles históricos. Datos oficiales destacan que el nivel de morosidad a noviembre de 2019 fue de 1.85%, mejorando el resultado de 1.91% del 2018.
Sin embargo, lo primero que los clientes deben saber es que los intereses generados durante los tres meses de gracia habrá que pagarlos y es obvio, también, que el capital y el seguro. Según los números del sistema, el crédito al sector privado no ha dejado fluir, ayudado por las medidas de expansión monetaria tomadas desde el año pasado.
De junio de 2019 a la fecha la cartera de crédito al sector privado en moneda nacional pasó de RD$904,926.8 millones a RD$1,025,452.4 millones, equivalente a un crecimiento neto de RD$120,525.6 millones, es decir, un 13.3%. Durante el período de estado de emergencia, contando desde marzo, el crédito se ha expandido en alrededor de RD$41,168 millones, un 4.18%.
¿Es usted de los que se acogió a la gracia de tres meses para el pago de sus préstamos? ¿Le explicó el banco en ese momento qué implicaciones tendría en el plazo y, posiblemente, en el monto que terminará financiando? ¿Sabe usted cuántas opciones tiene ahora para financiar de manera prorrateada los intereses y el capital que dejó de pagar durante este plazo? Tenga pendiente que el banco no perderá ni un centavo, que las matemáticas serán aplicadas al pie de la letra. Sin embargo, hay clientes que sencillamente no se acogieron y continuaron honrando sus compromisos con el banco.
Es pertinente que pregunte a su banco si a partir de enero de 2021 el capital, los intereses y seguro de las tres cuotas aplazadas serán distribuidos por el resto de la vigencia de tu préstamo, el cual ha sido extendido tres meses al vencimiento original.
Algunos bancos han publicado que si el cliente desea empezar a pagar el capital, los intereses y seguro, inmediatamente finalice la facilidad de extensión de las cuotas, es decir, a partir de julio de este año, se distribuirán los pagos por el resto de la vigencia del préstamo.
Incluso, algunas entidades bancarias han dado un plazo a sus clientes para que decidan la opción que elegirán, a fin de proceder. Sin embargo, si el deudor no responde la solicitud, entonces el banco aplicará automáticamente una de las opciones.
Desde mediados de marzo el Banco Central había autorizado un tratamiento regulatorio especial al sistema financiero para evitar el deterioro de la cartera de crédito y contribuir a mejorar el flujo de caja de empresas y hogares, a propósito de la pandemia.
Entre las decisiones adoptadas están la congelación de las clasificaciones y provisiones de los préstamos al nivel en que se encontraban al momento de la aprobación de la Resolución. Además, se estableció la posibilidad de reestructurar créditos sin degradar las calificaciones de los deudores.
Otra medida adoptada fue que se consideraran como no vencidos los préstamos desembolsados contra líneas de crédito con atrasos de hasta 60 días y, también, se extendió por 90 días el plazo otorgado para la actualización de las tasaciones de las garantías admisibles.
Entre las medidas también está la disminución de la tasa de interés de política monetaria (TPM) de 4.50% a 3.50% anual y la tasa de interés de depósitos overnight de 3.0% a 2.50% anual, la de Repos a 1 día de 6.0% a 4.50% anual y la de Repos hasta 90 días se estableció en 5.0% anual.
EL DINERO