Luego de que la mano solidaria del senador Héctor Acosta alcanzara a decenas de familias en la comunidad de Blanco, la vida en el lugar no ha vuelto a ser la misma para muchas personas de escasos recursos que han sido impactadas directamente por los trabajos llevados a cabo. Algunos inmensamente agradecidos, cuentan sus historias y realidades.
Doña Eulalia Campusano, es una señora de 63 años que afirma que las gestiones de Héctor Acosta, han marcado un antes y un después en la vida de las personas del lugar. “Veíamos un gobierno tras otro, venían autoridades, todos ofrecían y ninguno hacían nada, ahora todo es diferente, Héctor Acosta nos cambió la vida”, expresó entre sollozos la mujer que reside por muchos años en el lugar.
Tras iniciar los trabajos que buscan incentivar el turismo en la zona, José Antonio Carvajal cree que podría emprender un pequeño negocio como forma de obtener el sustento de su familia.
“La gente está llegando, vienen muchos, puedo iniciar de a poquito, ahora creo que me resultaría”, afirmó emocionado José Antonio, quien se gana la vida en diversas siembras de conuco.
Por su parte, Thomasina Eustaquia Bencosme, cree que el senador Héctor Acosta es un político distinto. “Él viene, se sienta con nosotros y se toma un café, hablamos con él y nos escucha, es distinto a los otros, su humildad lo ha llevado lejos”, declaró Bencosme al referirse al representante de Monseñor Nouel ante el senado de la República Dominicana.
Por Wington Rodríguez