REFLEXIONES DEL DIRECTOR
Lic. Alexis Rosario, CDP, SNTP, FIP
En cada proceso electoral en los proyectos presidenciales surgen a lo externo de su partido movimientos con iniciativas que se agrupan para fortalecer la candidatura del candidato, planificando, organizando y ejecutando trabajos que verdaderamente se convierten en un gran soporte que suman un caudal de votos que ayudan a vencer los contrarios.
Sin embargo, en todas los municipios y provincias surgen agrupaciones de apoyo al candidato presidencial que nos más que ALLANTE Y MOVIMIENTOS, que buscan un nombre llamativo y utilizan un logo colorido solo para diseñar camisetas, gorras y bajantes para hacerle el bulto o aparataje a los candidatos.
Los cierto es que en las mayoría de los casos los cabecillas de estos «MOVIMIENTOS» solo tienen como norte enfilar un grupo de ingenuos para lograr un liderazgo extra partido y robarse el show, o mejor dicho ganar rayas para ocupar un buen cargo luego de que su candidato llegue al palacio presidencial.
En esos movimientos políticos todos entran con la esperanza de guisar, pero lamentablemente solo cobra el dueño del circo, el más vivo. A la gran masa de militante se le hará casi imposible lograr una oportunidad en el estado, pues nunca al tiempo para atenderle personalmente y muchos menos coger su llamadas.
Para que un movimiento político pueda beneficiar a sus integrantes luego de llegar al poder su candidato, debe tener una estructura de hombres y mujeres que hayan manejado ese proyecto en contacto permanente con el candidato y durante sus activismos haber tenido una muy buena proyección en los medios de comunicación tanto a nivel local o nacional.
No basta subir fotos y videos a las redes sociales cada vez que el grupito se reúne, si no cuenta con la opinión, análisis y comentarios favorables de productores y comentaristas de medios quienes finalmente en sus medios deciden destacar o descalificar el trabajo de esas agrupaciones efímeras dentro del clientelismo político.
Quienes se integran a trabajar por un movimiento político pensando de manera desinteresada en lograr un cambio para bien de nuestro país que lo haga con pasión y entrega, pero si lo hace pensando en amarrar la chiva para ocupar un puesto en el Estado debo recordarle que dentro de esos partidos mayoritarios no hay cama para tanta gente. La fila de cuadros y dirigentes dentro del partido es muy larga.