Por Diego Polo M.
A propósito del conflicto entre la República Dominicana y Haití por la construcción de un canal por parte de los haitianos, mi aporte a los orígenes del Tratado Fronterizo.
El TRATADO FRONTERIZO fue un documento firmado el 21 de enero del año 1929 durante el Gobierno de Horacio Vásquez, entre la República Dominicana y Haití, en el que estableció en su artículo primero la línea de demarcación de los dos territorios, precisándola y definiéndola detalladamente desde el curso del río Dajabón o Masacre y su desembocadura en el Atlántico, al Norte, hasta el río Pedernales y su desagüe en el Mar Caribe por el Sur.
En los demás artículos se dispuso colocar padrones convenientes que «pongan a la vista los límites de ambas repúblicas», de igual forma designar una comisión mixta de seis miembros, tres por cada país, encargadas de fijación de mojones y determinación sobre el territorio de la frontera convenida, referir toda diferencia que surgiera a otra comisión internacional de cinco miembros; uno haitiano, otro dominicano y los otros a designar cada uno por los presidentes de los Estados Unidos, Brasil, Venezuela, respectivamente.
Se acordó también que tan pronto se hubiese cumplido el trazado topográfico se consideraría la línea convenida como la única que había separado en todo tiempo a ambos países. Aunque los trabajos, para poner en ejecución lo acordado, fueron iniciados casi de inmediato, las dificultades derivadas de las apetencias de muchos terratenientes dominicanos y haitianos, intentando cada bando salvar sus propiedades que se extendían a uno y otro territorio, a la que se sumaron otras de carácter político, hicieron que se detuvieran por algún tiempo.
En octubre de 1933 fueron efectuados conversatorios entre Rafael L. Trujillo y presidente de Haití, Estenio Vincent, primero en Juana Méndez, en territorio haitiano, y luego en Dajabón, en territorio dominicano. Ambos gobernantes se comprometieron, en un documento dado a la publicidad, a solucionar en el más breve plazo y definitivamente la cuestión de la frontera.
En noviembre de 1934 Trujillo visitó Puerto Príncipe, y en febrero del 1935 Vincent vino en reciprocidad a la República Dominicana, en esta última visita se llegó a un arreglo definitivo que resolvió las dificultades.
Entre otras cosas, se decidió que la República Dominicana cedería el sector la La Miel, que ocupaban los haitianos desde hacia muchos años, y que el camino de Bánica a Restauración serviría de línea fronteriza para ambas repúblicas, acordándose construir allí una carretera internacional cuyo eje «servirá de demarcación de ambos estados», pagando las partes el 50% del costo de su construcción, estimada en 450,000 dólares.
Mediante el protocolo de revisión de 1936 quedó fijada de manera definitiva, la línea fronteriza que poseemos en la actualidad, lo que no impidió disgustos y fricciones en la población asentada allí, constituyendo uno de los factores que influyó en el corte o matanza de los haitianos ocurrida en octubre del 1937, tema que abordaremos en la próxima entrega.