Si bien es cierto que el aproximadamente el 60% de los empleos y autoempleos de la República Dominicana son generados por el comercio informal, aún es más cierto que el Estado Dominicano y sus instituciones nunca que han preocupado por tener identificados de manera geográfica esa gran maquinaria productora de productos y servicios.
El gobierno central nunca se ha preocupado por establecer un censo actualizado, codificado por actividad y ubicación de todas las nano y micro-empresas constituidas por familias e individuos a sabienda del gran aporte que estas realizan al Producto Interno Bruto.
Nuestros candidatos a puestos electivos utilizan el concepto de apoyo al desarrollo de la microempresa y generación de mano de obras solo para construir discursos vacíos con promesas que ellos mismo no se la creen. Al parecer cada propuesta de un político se convierte en una estafa luego que llega a la posición deseada.
Lo cierto es que desde el presidente de la República, legisladores y autoridades municipales a ninguno se le ocurre un verdadero proyecto para codificar, ubicar, clasificar y organizar a todas las personas y microempresas para tener un verdadero inventario de cuantos negocios informales tenemos en cada comunidad y cuántos empleos dependen de estas actividades comerciales informales.
En países desarrollados todas las personas o microempresa que quiera incurrir en un oficio o negocio es evaluado para determinar si reúnen las mínimas condiciones para brindar ese servicio y luego de ser aprobado el gobierno local, osea el ayuntamiento le otorga un permiso o una licencia la cual debe renovar cada cierto tiempo. Quien no tenga esta licencia no puede operar.
De aplicarse en nuestros municipios de seguro tendríamos un inventario actualizado de la verdadera fuerza productiva y la cantidad de empleo que aportan las actividades informales y de seguro con esta información tanto la ciudad como el gobierno central podrían planificar y ejecutar planes de crecimiento y desarrollo para este importante segmento que soporta gran parte de nuestra economía.
Mientras tanto, los que viven del chiripeo, negocios informales y el autoempleo, en esta cuarentena provocada por el Coronavirus están viviendo el pánico, la desesperación y la falta de esperanza para sobrevivir junto a sus familias. Todos se hacen la misma pregunta:«A LOS CHIRIPEROS Y MICROEMPRESARIOS; QUIEN PODRÁ DEFENDERLOS?
OJALA HAGAN CASO ALGUN DIA.
LIC. ALEXIS ROSARIO-Consultor Tributario Certificado
