Objetividad y honestidad vs irresponsabilidad y compadreo: CASO MICHEL DICENT

POR: EDELVIS GARCÍA HERRERA

Cuando nombraron en la Lotería a Luis M. Dicent, recuerdo que al externar mi oposición como ciudadano a que ocupara ese puesto, un grupo de fanáticos, a la cabeza del ingeniero y actor Freddy Almonte, me entró como la conga, acusándome de resentido y envidioso.
Sin embargo, mi opinión se basaba en los vínculos que tiene el exadministrador de la institución citada con el dipuvago congresista y corruptor Orlando Martínez.

La actitud del ingeniero llegó a tener ribetes de irrespeto y me enfocaba como especie de enano en los enfoques, pues que «cómo me atrevía a pensar que Luis Dicent necesitaría el empuje de Orlandito para llegar», pero, acompañando sus expresiones de un veneno visceral.
Detrás de él, Luis Michel respondió desviando sus argumentos hacia algunos reglamentos que correspondían a Hacienda, no a él reconocer nuevas rifas, por si yo intentaba cuestionarlo en ese puesto.

En realidad, lo cuestionaba por ser un hombre vinculado a las bancas y ser ennllave del dipuvago Martínez, pues el Código de Ética sobre los administradores es clara.

Ahora, ante el escándalo de la Lotería, salvo contadas excepciones, la prensa local juega un papel pusilánime, apasionada y carente de objetividad, pues, lejos de investigar a fondo para llegar a la verdad, se apoya en una serie de epítetos para denigrar y descalificar a la ciudadanía si se va en contra de Dicent. Y pobremente en sus argumentos solo se les escucha o leer hablar de «envidiosos, chismosos, egoístas, que ‘Bonao ya no recibirá ayuda», que «el diablo y su hermano»,que «pueblo chico, infierno grande», que «no soportan los hombres la buenamozura del administrador y que seguramente les ha quitado alguna hembra», etc.

O sea, ¿que sin estar claros aún sobre el origen de los fondos se debía celebrar como Sinaloa, Medellín o Elías Piña lo hacían ante las ayudas del Chapo, Quirino, o Escobar?

(Es, por supuesto, un símil sobre el origen de recursos, no que el suspendido se relacione a ese mundo).
La labor de un periodista, educador, historiador, filósofo o de cualquier ciudadano consciente, no es la pasión, el amiguismo ni el chantaje, sino llegar a la verdad dejando todo el subjetivismo ; y a esa verdad se llega investigando, razonando con juicio y con un poco de valentía.
Ahora bien, lógico es que si hay compromisos con sectores por ache o por erre, muchos serán defensores acérrimos de los intereses. Otros lo hacen por lazos afectivos, ingenuidad o por familiaridad.

Esas actitudes no deben ser carta de presentación, como tampoco incentivar el clientelismo y el culto a la persona.
No se debe actuar ni hablar para ganar amigos o generar simpatías; tampoco por familiaridad. De igual forma, en los procesos, habremos de tratar de no caer en la especulación ni en la mediocridad que siempre desee cabalgar sobre la maldad o destripar la moral. Pero si alguien es culpable de un hecho, deberá responder ante los tribunales.

Se lo reiteré al ingeniero Almonte y a una abogada fanatizada del PRM, que me dijo aquella vez, que no yo no debía hablar de lo que yo no sabía, y hoy reitero lo mismo de hace varios meses: «El puesto de un funcionario público es solo compatible con la educación y lo artístico; no veo bien a un socio del vago Legislador y corrupto Orlando Martínez, administrando la Lotería.»

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