En las sociedades democráticas arropadas sin control por el libertinaje comunicacional, como es el Estado Dominicano en la actualidad, compartimos con personas que –al encontrarse prisioneras en ciertos círculos emocionales–, se perturban y no saben tomar las decisiones correctas ante los hechos, porque se adueñan en demasía de su propio egocentrismo, como si alguien le fuera a quitar lo que únicamente existe en su cerebro.

Ese tipo de comportamiento podría –en un momento determinado, si no se busca ayuda psicológica–, convertirse en psicopatía.

¿Qué es la empatía? La empatía es la capacidad de comprender y compartir los sentimientos, pensamientos y emociones de otra persona. Eso implica ponerse en el lugar del otro, percibir y comprender sus estados emocionales, así como responder de manera adecuada a esas emociones.

El ex-senador Félix Nova Paulino ¿se comporta, políticamente hablando, dentro de los parámetros descritos por la empatía? Lógicamente que no; su accionar político lo ha venido desempeñando desde un estado de prepotencia, egocentrismo y hasta dictatorial; creyéndose ser la persona que debe decidirlo todo.

¿Por qué gran parte de los ciudadanos de la Villa de las Hortensias le dieron al exsenador el mote de “El Petancito de Bonao”? Porque él creyó que quien no estaba con él, estaba en su contra. ¿Acaso se podía hacer algo en Bonao durante los gobiernos del presidente Danilo Medina sin ser aprobado por Félix Nova Paulino?

La acumulación de poder –sin nadie que lo enfrentara a lo interno del PLD–, lo convirtió en una persona que no sabe comprender los valores de la empatía; y de ahí su proceder sin comprender su ubicación real en el proceso electoral que vivimos.

Félix Nova Paulino no ha comprendido, y al parecer nadie se lo ha dicho, que en este proceso electoral él no debe presentarse como una persona en busca de apoderarse de los escenarios públicos, porque el rechazo que sobre él descarga la sociedad es demasiado grande. ¿Cuántos votos aspira el exsenador obtener en el presente proceso electoral? De seguro, debe estar soñando con un milagro. Será vergonzoso lo alcanzado si no retira lo antes posible sus aspiraciones.

Su afán por competir se valora en los círculos sociales y políticos como un comportamiento maligno tendente a perjudicar la candidatura a senador del señor Maicol Genao, por La Fuerza del Pueblo.

A Félix Nova Paulino le gusta que los alaben, que les digan que lo está haciendo bien; y él se lo cree con los ojos cerrados, ¿saben por qué? Lo comprenderemos a partir del siguiente criterio.

Veamos. Existen diferentes tipos de empatía; entre ellas la cognitiva, que se refiere a la capacidad de comprender los pensamientos y emociones de los demás. También existe la empatía emocional que implica compartir emociones y sentimientos con las demás personas.

Un político formado bajo los criterios de una verdadera democracia proyecta en sus acciones la empatía cognitiva; es decir, se toma su tiempo de reflexión para comprender los pensamientos y emociones de los demás. Realmente, ¿Félix Nova Paulino comprende los pensamientos y emociones de los demás? Lógicamente que no; él vive dentro de una burbuja de falsas creencias egocéntricas que no les dejan ver la realidad.

Cuando un político no tiene empatía cognitiva se puede convertir en un peligro para la sociedad, porque no valora los pensamientos y emociones de los integrantes de una sociedad.

Adolf Hitler, por ejemplo, no tenía empatía cognitiva hacia los grupos que él consideraba opuestos a sus ideas, como los judíos, los gitanos y otros grupos perseguidos durante el régimen nazi.

Hitler y sus seguidores asesinaban a sus contrarios sin ningún tipo de remordimiento; y eso lo hacían bajo los criterios de que para ellos esos crímenes eran justos y necesarios.

Esos horrendos crímenes no tenían remordimiento en la conciencia de Adolf Hitler porque ese hombre no tenía empatía cognitiva.

Si alguien que se preocupara por la salud mental, emocional y futuro político de Félix Nova Paulino, fuera capaz de explicarle el malestar en que se encuentra, quizás él reflexionaría y comprendería que este no es su momento, y que debe hacer lo que explicaremos en la segunda parte de este escrito.

Por: Agustín Cruz Paulino

Continuará

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