DE OPINION..

La reciente sentencia emitida contra el Hospital Ney Arias Loras por la Suprema Corte de Justicia ha generado una profunda reflexión en la comunidad dominicana. Esta decisión histórica, que establece la responsabilidad del hospital en un caso de mala praxis médica, marca un punto de inflexión en la manera en que se abordan las cuestiones legales relacionadas con la atención médica en el país. En este nuevo contexto, es probable que veamos un aumento significativo en las demandas presentadas contra clínicas privadas y hospitales públicos en la República Dominicana.

La sentencia contra el Hospital Ney Arias Loras ha despertado el interés de los profesionales del derecho en el sector de la salud. Ante el precedente establecido por este fallo, los abogados y juristas del país están cada vez más atentos a las posibles irregularidades y negligencias en la prestación de servicios médicos tanto en clínicas privadas como en hospitales públicos. Esta atención renovada hacia el sector salud podría dar lugar a un aumento en la cantidad de demandas presentadas por pacientes que buscan reparación por daños sufridos como resultado de la atención médica deficiente.

Es importante destacar que este cambio de enfoque no solo tiene implicaciones legales, sino también sociales y éticas. La sentencia contra el Hospital Ney Arias Loras ha puesto de relieve la importancia de la rendición de cuentas en el ámbito de la atención médica. Los pacientes tienen derecho a recibir atención médica de calidad y a estar protegidos de prácticas negligentes o inadecuadas, ya sea en clínicas privadas o en hospitales públicos. Las demandas médicas pueden ser una herramienta efectiva para garantizar que estos derechos se respeten y que se haga justicia en casos de mala praxis.

Sin embargo, es crucial abordar este aumento en las demandas de manera equilibrada y responsable. Si bien es esencial que los pacientes tengan acceso a vías efectivas para buscar reparación por daños médicos legítimos, también es necesario proteger a los profesionales de la salud contra demandas infundadas que podrían perjudicar su práctica y su reputación. Además, es fundamental encontrar formas de prevenir la mala praxis médica y mejorar la calidad de la atención médica en general.

Tras el fallo de Ney Arias Lora, surge la pregunta crucial: ¿Están las clínicas privadas preparadas para enfrentar las demandas legales que podrían seguir? El veredicto establece un precedente significativo en la responsabilidad legal de los proveedores de atención médica. Ahora, las clínicas privadas deben evaluar sus prácticas y protocolos para asegurarse de estar cumpliendo con los estándares requeridos y preparadas para enfrentar posibles acciones legales.

LIC. ALEXIS ROSARIO, CDP, SNTP, SIP

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