¿Quién fue San Antonio de Padua?

San Antonio de Padua fue un santo católico de origen portugués que vivió en el siglo XIII. Se le conoce por su gran sabiduría teológica, su elocuencia como predicador y su caridad hacia los pobres y los enfermos. Es el patrón de los objetos perdidos, de los que buscan pareja y de los celíacos.

San Antonio nació en Lisboa en 1195 con el nombre de Fernando Martins. Era hijo de una familia noble y recibió una buena educación en la escuela catedralicia y en el monasterio de los canónigos regulares de San Agustín. Sin embargo, sintió el llamado a una vida más radical de pobreza y evangelización, y se unió a la Orden Franciscana en 1220, cambiando su nombre por el de Antonio.

Su deseo era ser misionero y mártir en Marruecos, pero una enfermedad le impidió cumplir su sueño. En su regreso a Europa, una tormenta lo llevó a Sicilia, donde conoció a San Francisco de Asís y se integró a la provincia franciscana de la Romaña, en el norte de Italia. Allí descubrió su vocación de predicador, al sorprender a todos con su conocimiento de las Escrituras y su capacidad de persuasión.

San Antonio recorrió varias ciudades italianas y francesas anunciando el Evangelio con fervor y sencillez. Sus sermones eran tan poderosos que convertían a muchos pecadores, reconciliaban a los enemistados, combatían las herejías y atraían a las multitudes. También realizó muchos milagros, como hacer hablar a un mudo, curar a un leproso o hacer florecer un árbol seco.

San Antonio murió el 13 de junio de 1231 en Arcella, cerca de Padua, a los 36 años de edad. Fue canonizado al año siguiente por el papa Gregorio IX, quien lo llamó «arca del Testamento» por su erudición bíblica. En 1946 fue declarado doctor de la Iglesia con el título de «doctor evangélico». Su cuerpo se venera en la basílica que lleva su nombre en Padua.

San Antonio es uno de los santos más populares y queridos por los fieles. Su imagen suele representarlo con un libro, una vara de azucenas y el Niño Jesús en sus brazos, símbolos de su sabiduría, pureza y amor. Se le invoca para encontrar objetos o personas perdidas, para hallar pareja o para sanar enfermedades como la celiaquía.