Es un hecho que cada año miles de maestros dejan las escuelas privadas para buscar mejores oportunidades en el sector público. Según el Ministerio de Educación, sólo en el último concurso de oposición se registraron 71,455 aspirantes para llenar 10,331 plazas vacantes en las escuelas públicas. Esto significa que hay una gran demanda de docentes que quieren trabajar en el sistema educativo estatal, pero ¿cuáles son las razones que los motivan a hacer este cambio?
Una de las principales razones es el salario. Los maestros de las escuelas privadas ganan en promedio menos de la mitad que los de las públicas, según un estudio del Observatorio Nacional de la Calidad Educativa. Además, los docentes del sector público tienen beneficios como seguro médico, bonificaciones, incentivos y pensiones que no siempre reciben los del sector privado.
Otra razón es la estabilidad laboral. Los maestros de las escuelas públicas tienen un contrato indefinido que les garantiza su permanencia en el cargo, mientras que los de las privadas están sujetos a la renovación anual o semestral de su contrato, lo que les genera incertidumbre e inseguridad. Asimismo, los docentes del sector público tienen más posibilidades de ascender en la carrera docente y acceder a programas de formación continua y especialización.
Finalmente, otra razón es la vocación. Muchos maestros sienten que trabajar en las escuelas públicas es una forma de contribuir al desarrollo social y educativo del país, ya que atienden a una población más vulnerable y diversa que necesita más apoyo y atención. Además, algunos maestros consideran que las escuelas privadas tienen una visión más mercantilista y competitiva de la educación, que no se ajusta a sus principios y valores pedagógicos.
En resumen, los maestros abandonan las escuelas privadas por las públicas por razones económicas, laborales y vocacionales. Sin embargo, esto no significa que las escuelas privadas sean malas o que no cumplan una función importante en el sistema educativo. Lo que se necesita es mejorar las condiciones de trabajo y la calidad de la educación en ambos sectores, para que los maestros puedan elegir libremente dónde trabajar y los estudiantes puedan recibir una educación de excelencia.
LIC. ALEXIS ROSARIO, CDP, SNTP, SIP
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