EDITORIAL:
La ciudad de Bonao se ha convertido en escenario de hechos violentos que atentan contra la paz y la tranquilidad de sus habitantes. En los últimos meses, se han registrado varios casos de atracos y muertes que evidencian la falta de seguridad y el aumento de la delincuencia en esta localidad.
Uno de los casos más recientes fue el asesinato de un oficial de seguridad que trabajaba en una planta de gas, al que le robaron su arma y el dinero de las ventas. Este hecho se suma a otros crímenes cometidos contra policías y civiles, así como a múltiples asaltos a mano armada que han dejado heridos y pérdidas materiales. Otro caso reciente fue el atraco y asesinato de un empleado de la empresa minera Falcondo en la carretera de Hato viejo ORLANDO ABAD ARACENA, quien fue interceptado camino a su casa al salir del trabajo, al cual le dieron un disparo en la cabeza que lo provoco su muerte instantánea.
Estas noticias generan alarma e indignación entre los bonaenses, que reclaman mayor presencia policial y acciones efectivas para combatir el flagelo de la criminalidad. No es posible que los ciudadanos vivan con miedo y desconfianza, mientras los delincuentes actúan con impunidad y violan el derecho a la vida y a la propiedad.
Es urgente que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y refuercen las medidas de prevención y persecución del delito en Bonao. Se necesita una mayor coordinación entre la Policía Nacional, el Ministerio Público y la sociedad civil para garantizar la seguridad ciudadana y el orden público.
Bonao es una ciudad con un gran potencial económico, social y cultural, que no puede ser opacado por la violencia y la inseguridad. Los bonaenses merecen vivir en paz y armonía, sin temor a ser víctimas de la delincuencia. Por eso, hacemos un llamado a las autoridades a actuar con responsabilidad y eficacia para proteger a los ciudadanos y hacer cumplir la ley.
LIC. ALEXIS ROSARIO, CDP, SNTP, FIP
PERIODISMO RESPONSABLE