La presencia creciente de negocios chinos en la República Dominicana ha desatado un debate acalorado sobre la competencia desleal y la evasión fiscal que amenazan a los comerciantes locales. Mientras que las autoridades se preocupan por diversas cuestiones, como la inmigración haitiana, los comerciantes chinos siguen desplazando a los locales, sin cumplir con sus obligaciones tributarias. Es hora de que la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y la Aduana Dominicana tomen medidas enérgicas para cerrar estas empresas que operan al margen de la ley.

Es evidente que los comerciantes dominicanos se enfrentan a una competencia desleal por parte de los negocios chinos. Estas empresas, con sus prácticas comerciales agresivas y su capacidad para evadir impuestos, han creado un entorno económico injusto que pone en peligro los medios de vida de los comerciantes locales y la estabilidad de las comunidades. Mientras tanto, la DGII y la Aduana deben ser vigilantes en su deber de garantizar que todas las empresas, sin importar su origen, cumplan con sus obligaciones fiscales.

Es paradójico que, mientras nos preocupamos por la posible invasión haitiana, no prestemos la misma atención al desplazamiento económico que están experimentando los comerciantes dominicanos. La competencia desleal de los negocios chinos no solo afecta la economía local, sino que también socava la integridad de nuestro sistema tributario y la confianza en nuestras instituciones. Es hora de que las autoridades actúen con la misma determinación que muestran en otras áreas para abordar este problema urgentemente.

La DGII y la Aduana tienen la responsabilidad de seguir cerrando empresas chinas que evaden impuestos. Esta acción no solo enviará un mensaje claro de que la evasión fiscal no será tolerada, sino que también protegerá los intereses de los comerciantes locales y promoverá una competencia justa en el mercado. Además, es fundamental implementar medidas que fortalezcan la supervisión y la aplicación de las leyes tributarias y aduaneras para prevenir futuras violaciones.

La a competencia desleal de los negocios chinos representa una amenaza seria para la economía y la justicia fiscal en la República Dominicana. Es imperativo que la DGII y la Aduana continúen cerrando empresas que evaden impuestos y tomen medidas para proteger los intereses de los comerciantes locales. Solo a través de una acción decidida y coordinada podemos garantizar un entorno económico justo y equitativo para todos.