Cada día nuestra sociedad pierde la esperanza de que nuestras futuras generaciones surjan forjadas sobre sólidos cimientos de moralidad, buenas costumbres, comprometidos con el trabajo y la superación personal.
Ver como niños entran y salen de bancas de loterías y juegos de azar resulta un drama frustrante y desolador para quienes a diario en los medios de comunicación hablamos de la pérdida de valores y el incremento desproporcionado de la vagancia y la delincuencia juvenil.
La proliferación de bancas de loterías y juegos de azar instalado en el casco urbano, barrios periféricos, campos, balnearios y hasta frente a centros educativos raya con la prudencia y la ambición desmedida de quienes pretenden amasar grandes fortunas creando cordones de miserias y destruyendo la verdadera esencia de la sociedad “La familia”
Teniendo una banca frente a las escuelas los niños que podrían verse tentados a jugar el dinero de la merienda al dar seguimiento a la conducta aprendida de sus padres al mandarlo a jugar loterías.
Mayor responsabilidad va por cuenta del estado que legaliza y promueve las bancas de loterías y los juegos de azar en toda una población sumida en la pobreza, y la falta de oportunidades, ahora cede su espacio a los carteles de la Banca para que hagan su propios sorteos siendo juez y parte de un juego donde la banca sólo Gana y se ríe de quienes sueñan despiertos con la suerte de sacarse una quiniela, un palé o una tripleta para resolver parte de los problemas que le ha provocado la adicción al juego.
Una sociedad que permita que sus niños menores jueguen numeros en las bancas de loterías, estaría fomentando una generación de jovenes inducidos a la vagancia, al dinero fácil y a la delincuencia.
Siendo las bancas de loterías y los juegos de azar una realidad social instalada en el corazón de nuestros barrios, creemos prudente que los propietarios de estos consorcios tomen medidas administrativas para evitar que menores de edad entren a esos establecimientos de juegos colocando letreros que digan: PROHIBIDA LA ENTRADA A MENORES DE EDAD”
Otra iniciativa sería la creación de la Dirección Nacional de Control de Loterías (DNCL) y que la misma sea conformada por presidentes de juntas de vecinos y dirigentes comunitarios para controlar la entrada de menores de las bancas de lotería y evitar que más miembros de la familia se involucren en el juego de lotería.
En la familia que entra el vicio del juego, comienza una carrera sin fin, hasta que le llega la ruina económica y la degeneración moral y social. El juego con dinero no tiene final, el que juega siempre pierde, a la larga o a la corta. Es un vicio que atrapa, como si fuera el vicio de las drogas.
Hace falta tener una enorme fuerza de voluntad, para salirse de la ludopatía, que es la adicción o enfermedad que corroe y destruye nuestras familias.
En su artículo 112 la Ley 14-94 plantea como “absolutamente prohibido” permitir la entrada a niños, niñas y adolescentes en establecimientos comerciales que expendan bebidas alcohólicas, casas de juegos y de apuestas. Las propietarios de dichos establecimientos estarán obligados a colocar en un lugar visible a la entrada del local, la advertencia de prohibición de admisión de niños, niñas y adolescentes.
También en su letra F, artículo 114 dice textualmente: Queda prohibida la venta a niños, niñas y adolescentes….billetes de lotería y sus equivalentes.
Es hora de que entendamos que lo que hoy somos como sociedad, es el resultado de la educación que ayer recibimos; es hora de parar estos valores que le estamos inculcando a nuestro niños de hoy, que son los hombres del futuro.