Monseñor Nouel, una provincia llena de historia y potencial, se encuentra en una encrucijada crucial para su futuro político en las próximas elecciones de 2024-2028. Entre los candidatos al Senado, destaca una figura que ha demostrado ser un defensor incansable de la provincia y un embajador ejemplar de la comunidad en el escenario nacional e internacional: Héctor Acosta, conocido cariñosamente como «El Torito». Su reelección no solo sería beneficiosa para Monseñor Nouel sino que también reflejaría el compromiso del país con la representación de la diversidad regional en el Congreso.
Uno de los puntos más destacados de la gestión de Héctor Acosta como Senador en el período 2020-2023 ha sido su incansable trabajo en la ejecución de obras y proyectos que han transformado la vida de los habitantes de Monseñor Nouel. Su compromiso con la mejora de la infraestructura, la educación, la salud y el bienestar social ha dejado una huella imborrable en la provincia.
No podemos pasar por alto la imagen que Héctor Acosta proyecta tanto dentro como fuera de la provincia. Ha ganado el título de «El Senador del Pueblo», y no es una etiqueta vacía. Su cercanía con la gente, su disposición a escuchar sus preocupaciones y su habilidad para representar sus intereses en el Congreso han sido fundamentales para el progreso de Monseñor Nouel. Acosta no solo es un político, sino un verdadero líder comunitario que entiende las necesidades de su gente.
Además, es un embajador ejemplar de Monseñor Nouel y de la República Dominicana en tierras extranjeras. Su reconocimiento como artista internacional le ha permitido promover la cultura y la imagen de su país en todo el mundo. Esto es invaluable en un mundo globalizado donde la proyección internacional de una provincia puede tener un impacto significativo en su desarrollo económico y cultural.
No elegir a Héctor Acosta «El Torito» para el período 2024-2028 sería un retroceso inefable en la historia de Monseñor Nouel y del país. Sería un desperdicio de talento y experiencia que afectaría negativamente la imagen del partido PRM en la provincia y en la población en general. Más que una simple pérdida política, sería una tragedia que privaría a Monseñor Nouel de un líder comprometido y a la República Dominicana de un embajador cultural y político de renombre.
LIC. ALEXIS ROSARO, CDP, SNTP, SIP
VOZ DEL COMERCIO Y LA COMUNIDAD