Por Wington Rodríguez
Al tiempo en que la gran obra del senador Héctor Acosta se apresura alcanzar todos los rincones de la provincia Monseñor Nouel, también se ha desatado una lucha sin cuartel por la candidatura senatorial a lo interno del oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM).
El aumento del nivel de simpatía del legislador oficialista en los últimos meses, surge producto de las tantas obras gestionadas en tiempo récord, lo que ha generado ronchas en sus detractores quienes se ven motivados a desatar campañas de descrédito a través de las redes sociales.
Sólo desde finales de marzo hasta mediados del mes de abril, el representante de Monseñor Nouel ante el Senado de la República pudo lograr la conquista de 6 significativos aportes para los ciudadanos, lo que convierte su gestión en una sin precedentes en esta demarcación.
Esta histórica cantidad de soluciones pone contra las cuerdas a todos sus contrincantes, cuyos seguidores más acérrimos al resultar envueltos en la ira responden con ataques cada vez más severos y algunos inclusive, tocan temas de carácter personal con una colosal arremetida que no tiene ningún sentido.
El desmérito como arma política contra el senador actual del partido de gobierno es una técnica arcaica que sencillamente ha fracasado, sobretodo en medio de un pueblo que valora mucho más la buena gestión que la crítica dañina y mal intencionada.