Por Arturo Matos Jáquez
Director Ejecutivo ATRIRD
Producto del Covid-19 el país se encuentra en una situación extremadamente compleja. Independientemente de que muchos consideren que una parte importante de la culpa recae sobre el mal manejo de las autoridades o de la misma ciudadanía. Lo cierto es que los dominicanos estamos viviendo momentos muy difíciles. Veamos:
1. PERDIDA DE EMPLEOS: Se estima que más de 600,000 dominicanos han perdido sus empleos o lo perderán en los próximos días.
2. LOS HOTELES. Los hoteleros han sufrido una disminución en sus ingresos ascendente a más del 54% con relación al mismo período del año anterior. El sector hotelero estima que la economía dominicana sufrirá una disminución en sus ingresos de US$900 millones de dólares por su situación.
3. ESPECTACULOS PUBLICOS Y RESTAURANTES. Lo mismo pasa en el sector relacionado con los espectáculos públicos, restaurantes y cines. Las pérdidas en estos sectores son realmente impresionantes.
4. MIPYMES. Según la Federación Dominicana de Comerciantes (FDC), el gran problema que enfrentan estas empresas es que para poder sobrevivir necesitan disminuir el personal. Pero a diferencia de las empresas grandes, no tienen el dinero para liquidar a los empleados creándose entonces conflictos laborales, que agravan aún más su situación.
Próximamente se instalará un nuevo gobierno que tendrá que lidiar con esta situación tan calamitosa. Sin recursos y agobiado por una situación tan extrema, el nuevo gobierno deberá tomar medidas drásticas para frenar el despilfarro y el robo en la administración pública. La población espera sustanciales mejorías en los siguientes renglones
a) PUBLICIDAD. Los anuncios gubernamentales colocados en programas políticos y en programas de expertos difamadores, hicieron super millonarios a varios periodistas, denominados por el pueblo como “bocinas”. Fueron miles de millones en publicidad sin sentido que pueden ahora ser ahorrados manejando este renglón de manera más pulcra y eficiente.
b) LEY LAVADO DE ACTIVOS. El pueblo dominicano observó con estupor como funcionarios gubernamentales se hacían millonarios aún cuando años atrás eran personas de la clase media. La gente común y los mismos abogados se preguntaban para que servía entonces la Ley 155-17 sobre Lavado de Activos, para que servía la famosa Unidad de Análisis Financiero (UAF), y para que servía la Cámara de Cuentas y la DGII, si a la vista de todos, algunos funcionarios se hacían millonarios y ni siquiera se producía la mas mínima investigación.
c) SOBREVALUACION DE OBRAS Y COMISIONES. Un nuevo gobierno deberá investigar el caso de la termoeléctrica de Punta Catalina en donde una reputada periodista obtuvo 28 “nombres en clave” que la empresa Odebrecht le asignó a los funcionarios dominicanos que sobornó. La ciudadanía reclama que se obtenga la devolución de dichos fondos.
e) NARCOTRAFICO y la DGII. Nadie olvida lo sucedido con el capo “César el Abusador”. Para sorpresa de todos la DGII informó (posterior a la “huida” de ese narco del país) que César el Abusador, le debía millones a la DGII . Parecería que para la DGII y para la Unidad de Análisis Financiero (UAF), las operaciones de ese narco eran normales, a tal punto, que sus empresas podían seguir operando sin problema alguno aún debiéndole millones a la DGII. Esperamos que una nueva administración de la DGII sea más efectiva en identificar y perseguir las fortunas ilícitas.
En resumen, para evitar que se repitan las situaciones antes descritas los contribuyentes deberán empoderarse y ser muy exigentes con el nuevo gobierno. Los ciudadanos que pagan sus impuestos deben exigir pulcritud y manejo eficiente de los fondos públicos. Es el deseo de todos los contribuyentes y de todo un pueblo que espera un cambio significativo en la manera de manejar las recaudaciones de los impuestos que con muchos sacrificios paga.